Venus en Piscis: inspiración, entrega y resonancia
Ayer 27 de Enero, Venus concluyó su tránsito por Acuario y entró en Piscis, signo de Agua por el que transitará hasta el 20 de Febrero. Desde este emplazamiento, Venus nos estará irradiando energía para valorar la suavidad en el modo de relacionarnos, la inspiración que brota junto al Otro, impulsando la capacidad de entrega y resonancia en nuestros vínculos más cercanos.
Venus es el planeta que representa la energía femenina, y se expresa en la forma de dar y recibir amor, goce sensual y cuidado con los demás. El deseo y la atracción, el amor por uno mismo y el otro, el erotismo, la autoestima, la belleza y la armonía, son el eje central de esta energía.
Venus es la Diosa del Amor, y también simboliza nuestra capacidad de dar forma e identidad a lo que valoramos. Nuestra Venus natal (su posición en nuestra Carta Natal) nos habla de cómo funciona este patrón en nuestra personalidad de base, e influye en la forma que realizamos nuestras elecciones personales. Pero además, actualizando esa energía y trayéndola al Aqui & Ahora, el tránsito de Venus por los diferentes Signos del Zodíaco nos invita a tomar conciencia del Amor a través de la lente de cada energía zodiacal.
Bien. Ahora que Venus deja el signo de Acuario y entra en la energía de agua más profunda del Zodíaco, Piscis, se enciende la disponibilidad para soltar la mente racional y dejar fluir el amor desde la sensibilidad y la resonancia con las emociones de uno mismo y del Otro. La suavidad, la armonía, la inspiración y la entrega estarán más disponibles, y eso nos permite abrir nuestra percepción sentimental para conectar profundamente con el Otro y crear una nueva unión.
Piscis es un signo que corresponde al elemento Agua. La profundidad y la percepción a través de la extrema sensibilidad emocional del mundo hacen fluir esta energía hacia el desarrollo de la compasión y la sanación colectiva. La disposición al servicio, la filantropía, sociabilidad y humanitarismo son tendencias innatas. También lo son la no forma, la simbiosis, la indecisión y la inestabilidad propia del agua. Sensibilidad, intuición, sanación, unión y espiritualidad, son todas características de la energía pisciana.
Entonces, Venus en Piscis nos trae liberación a través de la entrega a las emociones, a las nuestras y a las de los demás. Soltar esa energía de amor y sensibilidad, entregarlas y dejarlas fluir, es la clave. La relación, de esta manera, fluye en búsqueda de la conexión espiritual de alma a alma.
En Piscis, el amor entre dos personas es importante, pero no es su única forma de expresión. El desarrollar compasión, amor universal, aceptación de las imperfecciones humanas, ese es el trabajo de Venus en Piscis. Tomar conciencia sobre la necesidad de desarrollar el amor universal por todos los seres de la Tierra, y en especial por nosotros, los seres humanos, es la más pura esencia de este tránsito de Venus en Piscis.
De manera que este ciclo, que dura hasta el 20 de Febrero, es ideal para entregarnos a la fluidez de las emociones, el amor y la unión, y afianzarnos a partir del desarrollo de nuestra sensibilidad y capacidad de amar. Sentir Amor es lo más maravilloso de la vida. Vivir en Amor, es el goce pleno de la abundancia que significa el vivir. Venus en Piscis te invita precisamente a esto: abrir la sensibilidad para sentir la energía del amor a uno mismo, al Otro y al Cosmos.
Venus en Piscis genera valores espirituales y permite sentir el amor en las relaciones. El principal desafío es aprender a mantener la individualidad dentro de la relación y no fusionarse con el otro hasta el punto de la desaparición de su propia persona. La simbiosis es la tendencia, y poner límites con amor el gran desafío de este tránsito.
Venus en Piscis nos irradia energía de renacimiento del Amor. Y para eso es importante arraigarnos en nuestra estabilidad y madurez emocional para soltar todo aquello que ya no encaja con nuestra energía presente, y así tener la capacidad de abrazar nuevas emociones. Sentir amor profundo y aprender a resonar con la sensibilidad del Otro, es la oportunidad central de este tránsito.