TEMPORADA Leo 2019 ::: Ser un Sol
Ser Humano es ser Creador y esta verdad brilla más que nunca en este tiempo. Concluyendo la Temporada de Eclipses, este Martes 23 de Julio 2019 el Sol hace su entrada a Leo, signo al que rige, dando inicio a un ciclo de oportunidades para desarrollar la Conciencia Individual. En esta Temporada Leo, vibra con especial fuerza la necesidad de hacer contacto con el Yo, centrarnos en la propia identidad y proceso de individuación, para dar lugar a una nueva versión Yo, aprendiendo a crear desde el Ser que somos. Tiempo de observar el Yo Pequeño (el Ego) y el Yo Superior (el Ser), y dar nueva luz a esa chispa divina que brilla desde nuestro corazón y se proyecta al mundo a través de nuestras creaciones.
Este Martes 23 de Julio comenzamos la Temporada Leo 2019, un ciclo que promete creatividad en acción y la oportunidad de darnos nuevo nacimiento en diferentes niveles.
Concluyendo la intensa Temporada de Eclipses que vivimos durante el mes de Cáncer, ahora es tiempo de echar raíces en la voz de nuestro corazón para aceptar, comprender y honrar la individualidad que somos en toda la Creación. Enfocar nuestra atención y energía en la relación con nosotros mismos, es quizás el gran regalo de este tiempo.
El Arquetipo Leo : Ser un Sol
Leo es un signo que corresponde al Elemento Fuego y es regido por el Astro Rey. El Sol es el centro del Universo, la fuente de la vida y la Creación. Así, la Temporada Leo nos invita a prestar atención a nuestro centro, tanto a nivel físico, psíquico y espiritual : el Corazón, el Yo y el Ser.
Leo simboliza la energía de nuestro centro humano, el Yo, la identidad, la personalidad consciente, el Ego, el carácter, que cuando se percibe desde la Conciencia nos deja ver también el Ser que somos. Así como Cáncer es energía que nos mueve hacia adentro, energía afectiva que promueve el contacto con las emociones; la energía de Leo implica el emerger de la Conciencia, el contacto con la propia individualidad, que nace en el centro del Corazón, y se proyecta a través de nuestras creaciones, únicas e irrepetibles. Aquello que creamos, cada pequeño o gran acto, es la expresión de la identidad que somos, la personalidad presente, aquellos aspectos que conforman nuestro Yo aquí y ahora, y pueden dar lugar (o no) a la vitalización del Espíritu.
Este es un gran tiempo para observar los actos que creamos desde nuestro Yo Consciente, y darnos cuenta si están en coherencia con la voz del corazón y las necesidades del Ser. Es decir, si esos actos o proyectos tienen un sentido superior, un propósito no solo para el Ego sino para nuestra realización espiritual.
Dentro del Zodíaco, el León simboliza la vitalidad, el centro, el corazón, la creatividad, la autoridad, el poder de la creación, la generosidad, la fuerza, la confianza. Leo es la energía de la seguridad de la identidad, irradia independencia plena, contacto con el Yo y la necesidad de poner el corazón en cada actividad, relación, momento. Por eso, durante el tránsito del Sol en Leo, la expresión desde el corazón es la clave, porque la energía leonina busca cultivar el amor, siempre desde adentro y hacia afuera, tal como fluye el río de la vida.
Así, esta Temporada que vivimos el tránsito del Sol en Leo, es un tiempo para cultivar la libertad creativa respecto a los demás, estimular la voz del corazón, la independencia y seguridad del Yo, y enfocar en el camino que elegimos cada día para lograr nuestra autorrealización. Aún si elegimos compartir momentos del camino con otros, el Sol en Leo comprende fuertemente que el camino es individual, que el amor es primero para uno mismo, y solo así podemos crear amor verdadero con otros. La Luz brilla desde el centro.
Leo es energía de gran calidez, lealtad, dignidad y nobleza naturales, mucha independencia y amor por el lujo y el estilo. Es la energía del Rey, que con su carisma busca el brillo y el reconocimiento del entorno, desplegando sus dones de nobleza y liderazgo.
Psicológicamente, Leo es el arquetipo del Ego, el carácter o la personalidad, que cuando se hace consciente -es decir, cuando vemos nuestra máscara, la propia sombra del Yo pequeño- nos permite descubrir que existe el Yo superior, el Ser, el centro del Si Mismo, la Conciencia del Self.
En esta Temporada Leo 2019, viviremos la Luna Nueva en Leo el próximo 1º de Agosto, mientras que la Luna Llena en Acuario se formará el 15 de Agosto.
El Yo Pequeño y el Yo Superior
Una vez, un maestro hindú con quien tuve la oportunidad de tener una hermosa experiencia de conocimiento, el Maestro Dr. Sankara Bhagavadpada, discípulo de Krishnamurti, me enseñó que dentro de nosotros existe un Yo Pequeño y un Yo Superior. Así describió la dinámica entre el Ego y el Ser, dos dimensiones de nuestro Yo.
El Yo Pequeño es nuestro Ego, nuestro carácter, todo aquello con lo que nos identificamos fácilmente como para describir nuestra personalidad, nuestra forma individual de comportamiento ante nosotros mismos, el otro y el mundo. Nuestra máscara para actuar en la sociedad.
Por otra parte, existe el Yo Superior, el Ser, aquella dimensión mucho más amplia, que abarca al Yo Pequeño y que suele quedar eclipsada cuando nos identificamos demasiado con el Ego… Es una Conciencia superior de nuestra individualidad como seres humanos, que muchas veces no vemos o no tenemos en cuenta.
Solemos identificarnos por demás con nuestro Ego, nuestro Yo Pequeño, y descuidamos las voces de esa entidad mas abarcativa que somos, nuestro Yo Superior, que expresa nuestra energía individual y nuestra unicidad en el mundo desde una dimensión más elevada, desde otro nivel de Conciencia. Así, nuestro Ser queda muchas veces eclipsado por los caprichos, limitaciones y trampas del Ego.
Así, en esta Temporada se enfatiza el potencial de crear Conciencia de nuestro Yo Pequeño, las sombras de nuestra personalidad, para así dar lugar a la experiencia del Yo Superior.
Leo, Jung y el Proceso de Individuación
En este sentido, Carl Gustav Jung (26 de Julio 1875-1961), un psiquiatra suizo con el Sol en Leo, discípulo de Freud, propuso como camino de sanación de la Psique que llamó el “Proceso de Individuación”, integrando las enseñanzas de la Filosofía Antigua, la Alquimia, el I-Ching, los Mandalas, los Sueños, también la Astrología, el Tarot, y otros saberes antiguos cuya profundidad y enfoque psicoterapéutico era muy poco comprendido en la época en que Jung vivió.
Con el Sol vibrando en Leo, la Luna en Tauro y el Ascendente en Acuario, Jung propuso la llegada al verdadero Yo como un proceso de iluminación de nuestras sombras, para llegar a conocernos mejor y comprender nuestra verdadera naturaleza, lo luminoso y lo oscuro, e integrar así de forma verdadera todas nuestras partes para vivir como seres completos. Siempre desde el centro y hacia afuera.
Trascendió la existencia física, haciendo de su vida un tiempo creativo que perdura y perdurará para siempre, porque su obra ya es parte de nuestro Inconsciente Colectivo.
Todo lo que verdaderamente damos con el corazón a lo largo de la vida queda para siempre, no se muere, porque vive en otros. Y Jung vive en mí, invitándome cada día a conocerlo más y expandir sus enseñanzas.
Además de proponer el gran Proceso de Individuación para poder hacer contacto con el Ser, el Self o Sí Mismo, este hombre vanguardista supo romper los viejos esquemas de pensamiento y formalidad, para proponer una Psicología basada en el cultivo de la Espiritualidad.
Habiendo sido mayormente incomprendido en su época, es Ahora que, con la entrada en la Nueva Era de Acuario, su obra se torna más y más comprensible. Fundó el Principio de Sincronicidad, recuperó el conocimiento antiguo de la Alquimia y la Simbología como llaves hacia la sabiduría y la sanación de la Psique, y asentó las bases de la Astrología Psicológica. Animó el mundo de los Sueños, los Símbolos, los Arquetipos y el Inconsciente Colectivo, para hacer de su vida una experiencia en pos de la creación de la Psicología Transpersonal, un legado dejado a la humanidad que hoy celebramos y nos permite crecer como especie.
Gran Maestro. Supo proponer que cada desorden psíquico y físico es una pérdida de espiritualidad, y también marcó algunos caminos para encontrarnos con el Ser Creador que somos. En este sentido, ha trabajado con muchísimas personas creando diferentes prácticas de expansión de Conciencia y desarrollo del Ser. Su obra ha resultado Luz para la humanidad. Jung es mi guía y es por eso que, de alguna manera, busco siempre transmitir su legado en cada creación propia.
Oportunidades de la Temporada Leo 2019
Observa tu Yo y describe con pocas palabras quién eres en este momento, cuáles son esas notas características que se despliegan ahora desde el centro de tu Ser, tu corazón y crean tu identidad presente. Anímate a soltar viejas etiquetas que ya no calzan, que ya no viven ni vitalizan tu espíritu sino que limitan el despliegue de tus potenciales. Observa tu Yo Pequeño y tu Yo Superior.
Esta Temporada Leo 2019 es un tiempo perfecto para hacernos cargo de vitalizar el corazón, permitiéndonos expresar lo que verdaderamente nos hace brillar aquí y ahora. Si nos permitimos habitar en las necesidades del corazón, todo eso que emana hoy, si lo abrazamos y nos dejamos atravesar por esa luz, entonces estaremos creando verdadero Amor personal.
Es un Tiempo de darnos nuevo nacimiento.
Tiempo de hacer crecer desde adentro una luz nueva, rasgos nuevos del carácter que permitan una nueva versión de nosotros mismos. Tiempo de observar el Corazón y darnos cuenta cómo está aquí y ahora, darle amor, es decir, darnos amor verdadero. Es tiempo de concentrarnos en ampliar la Conciencia de quiénes somos, o mejor dicho, quiénes estamos siendo, y animarnos a expresar todo eso hacia el afuera.
En esta Temporada Leo, la oportunidad es observar el Ser Creador que somos y asentar las bases de nuestra nueva vida ahora. Porque siempre tenemos la oportunidad de renacer.
Expandir la Conciencia de quiénes somos es un resultado que se da a partir de la práctica, a través de hechos, actos, no palabras ni análisis, ni teorías, sino pura praxis. La vida no es teoría, sino experiencia.
Tiempo de potenciar esa fuerza creadora que somos, de comprender que darnos amor, permitirnos verdaderamente lo que anhelamos desde el corazón, es la base principal para crear lo que queremos.
Practicar (y no teorizar) el amor propio es también la oportunidad central de este ciclo, y junto a ello el contacto directo con los talentos creativos de cada uno, los dones personales: esos regalos que nos brinda el Universo y que nos hacen únicos, a la vez que alimentan nuestra vitalidad. Nuestros dones y talentos son una gran fuente de energía. Porque cuando estimulamos el corazón todo cobra nueva vida, nueva luz, nuevo brillo que nos ilumina eternamente.