TEMPORADA LEO | Ser Humano es Ser Creador
Ser Humano es ser Creador. Con la entrada del Sol en Leo damos inicio a un tiempo de Conciencia del Yo, un ciclo para hacer contacto con la propia identidad y dar lugar a una nueva versión del Ser que somos. Tiempo de observar el Yo Pequeño (el Ego) y el Yo Superior (el Ser), la propia individualidad que somos,
La Temporada Leo genera un clima para entrar en contacto con nuestro centro. Ser humano es ser creador, y Leo como arquetipo y nivel de conciencia nos enseña a observar la chispa divina que somos a nivel individual, el contacto con nuestro corazón y nuestras creaciones.
Leo es un signo que corresponde al Elemento Fuego y es regido por el Astro Rey. El Sol es el centro del Universo y Leo simboliza la energía de nuestro centro humano, el Yo, la identidad, la personalidad, el Ego, el carácter, que cuando se percibe desde la Conciencia nos permite ver también el Ser que somos. Así como Cáncer es energía que nos mueve hacia adentro, energía afectiva que promueve el contacto con las emociones; la energía de Leo implica el emerger de la Conciencia, el contacto con la propia individualidad que se proyecta a través de nuestras creaciones, únicas e irrepetibles, y que son la expresión de la identidad que somos, la personalidad presente, aquellos aspectos que conforman nuestro Yo aquí y ahora.
Dentro del Zodíaco, el León simboliza la vitalidad, el centro, el corazón, la creatividad, la autoridad, el poder de la creación, la generosidad, la fuerza, la confianza. Leo es la energía de la seguridad de la identidad, irradia independencia plena, contacto con el Yo y la necesidad de poner el corazón en cada actividad, relación, momento. Por eso, durante el tránsito del Sol en Leo, la expresión desde el corazón es la clave, porque la energía leonina busca cultivar el amor, siempre desde adentro y hacia afuera, tal como fluye el río de la vida.
Así, la Temporada Leo nos trae un tiempo para cultivar la libertad creativa respecto a los demás, estimular la voz del corazón, la independencia y seguridad del Yo, y enfocar en el camino que elegimos cada día para lograr nuestra autorrealización. Aún si elegimos compartir momentos del camino con otros, el Sol en Leo comprende fuertemente que el camino es individual, que el amor es primero para uno mismo, y solo así podemos crear amor verdadero con otros. La Luz brilla desde el centro.
Leo es energía de gran calidez, lealtad, dignidad y nobleza naturales, mucha independencia y amor por el lujo y el estilo. Es la energía del Rey, que con su carisma busca el brillo y el reconocimiento del entorno, desplegando sus dones de nobleza y liderazgo.
Psicológicamente, Leo es el arquetipo del Ego, el carácter, que cuando se hace consciente -es decir, cuando vemos la propia sombra del Yo pequeño- nos permite observar a su vez el Yo superior, el Ser, el centro del Si Mismo, la Conciencia del Self.
Por eso, la Temporada Leo es un tiempo para entrar en contacto con lo que el corazón manda aquí y ahora; para encauzar el caudal de la propia fuente de energía, que vitaliza el espíritu y nos rejuvenece por todos lados.
El Yo Pequeño y el Yo Superior
Una vez, un maestro hindú con quien tuve la oportunidad de tener una hermosa experiencia de conocimiento en Punta del Este, el Maestro Dr. Sankara Bhagavadpada, me enseñó que dentro de nosotros existe un Yo Pequeño y un Yo Superior. Así describió la dinámica entre el Ego y el Ser, dos dimensiones de nuestro Yo.
El Yo Pequeño es nuestro Ego, nuestro carácter, todo aquello con lo que nos identificamos fácilmente como para describir nuestra personalidad, nuestra forma individual de comportamiento ante nosotros mismos, el otro y el mundo.
Por otra parte, existe el Yo Superior, el Ser, aquella dimensión mucho más amplia, que abarca al Yo Pequeño y que suele quedar eclipsada cuando nos identificamos demasiado con el Ego… Es una Conciencia superior de nuestra individualidad como seres humanos, que muchas veces no vemos o no tenemos en cuenta.
Solemos identificarnos por demás con nuestro Ego, nuestro Yo Pequeño, y descuidamos las voces de esa entidad mas abarcativa que somos, nuestro Yo Superior, que expresa nuestra energía individual y nuestra unicidad en el mundo desde una dimensión más elevada, desde otro nivel de Conciencia. Así, nuestro Ser queda muchas veces eclipsado por los caprichos, limitaciones y trampas del Ego.
Así, en esta Temporada se enfatiza el potencial de crear Conciencia de nuestro Yo Pequeño, las sombras de nuestra personalidad, para así dar lugar a la experiencia del Yo Superior.
Leo, Jung y el Proceso de Individuación
En este sentido, Carl Gustav Jung (26 de Julio 1875-1961), un psiquiatra suizo con el Sol en Leo, que nació un día como hoy hace 143 años, antiguo discípulo de Freud, propuso como camino de sanación de la Psique que llamó el “Proceso de Individuación”, integrando las enseñanzas de la Filosofía Antigua, la Alquimia, el I-Ching, los Mandalas, los Sueños, también la Astrología, el Tarot, y otros saberes antiguos cuya profundidad y enfoque psicoterapéutico era muy poco comprendido en la época en que Jung vivió.
Con el Sol vibrando en Leo, la Luna en Tauro y el Ascendente en Acuario, Jung propuso la llegada al verdadero Yo como un proceso de iluminación de nuestras sombras, para llegar a conocernos mejor y comprender nuestra verdadera naturaleza, lo luminoso y lo oscuro, e integrar así de forma verdadera todas nuestras partes para vivir como seres completos. Siempre desde el centro y hacia afuera.
Trascendió la existencia física, haciendo de su vida un tiempo creativo que perdura y perdurará para siempre, porque su obra ya es parte de nuestro Inconsciente Colectivo. Todo lo que verdaderamente damos con el corazón a lo largo de la vida queda para siempre, no se muere, porque vive en otros. Y Jung vive en mí, invitándome cada día a conocerlo más y expandir sus enseñanzas.
Además de proponer el gran Proceso de Individuación para poder hacer contacto con el Ser, el Self o Sí Mismo, este hombre vanguardista supo romper los viejos esquemas de pensamiento y formalidad, para proponer una Psicología basada en el cultivo de la Espiritualidad.
Habiendo sido mayormente incomprendido en su época, es Ahora que, con la entrada en la Nueva Era de Acuario, su obra se torna más y más comprensible. Fundó el Principio de Sincronicidad, recuperó el conocimiento antiguo de la Alquimia y la Simbología como llaves a la sabiduría, y asentó las bases de la Astrología Psicológica. Animó el mundo de los Sueños, el ArteTerapia, los Arquetipos y el Inconsciente Colectivo, para hacer de su vida una experiencia en pos de la creación de la Psicología Transpersonal, un legado dejado a la humanidad que hoy celebramos y nos permite crecer como especie.
Gran Maestro. Supo proponer que cada desorden psíquico y físico es una pérdida de espiritualidad, y también marcó algunos caminos para encontrarnos con el Ser Creador que somos. En este sentido, ha trabajado con muchísimas personas creando diferentes prácticas de expansión de Conciencia y desarrollo del Ser. Su obra ha resultado Luz para la humanidad. Jung es mi guía y es por eso que, de alguna manera, busco siempre transmitir su legado en cada creación propia.
INDIVIDUACIÓN
«En el centro de mis descubrimientos psicológicos se encuentra nuevamente un proceso de transformación interna: la individuación.
Empleo la expresión «individuación» en el sentido de aquel proceso que engendra un «individuo» psicológico, es decir, una unidad aparte, indivisible, un Todo.
Individuación significa: llegar a ser un individuo y, en cuanto por individualidad entendemos nuestra peculiaridad más interna, última e incomparable, llegar a ser Uno Mismo. Por ello se podría traducir «individuación» también por «mismación» o «autorrealización».
Extracto del libro “Recuerdos, Sueños y Pensamientos”
de Carl G. Jung