Entre Música y Espiritualidad : Experiencia con Claudio Naranjo
Estas son algunas palabras, siempre limitadas, para describir la profunda experiencia vivida en el encuentro de Meditación y Música Clásica que nos brindó Claudio Naranjo en Bad Meinberg, Alemania, durante estos últimos días de Septiembre 2016.
Luego de un largo viaje, atravesando el Océano Atlántico y una serie de desafíos lingüísticos y culturales que alimentaron la vivencia, me encontré una vez más con la luz de Claudio Naranjo y ese ambiente social amoroso que ha sabido crear, y que tanto me nutren.
Este hombre, que nació con el Sol en Sagitario y que, según mi mirada, encarna vívidamente al Arcano 9 del Tarot, El Ermitaño, ha construido una comunidad sanadora, una red de personas que andan por la vida motivadas por el desarrollo del Ser, sosteniendo procesos de profundo crecimiento. Buscadores de la Verdad (Seekers After Truth : SAT), o simplemente hombres y mujeres que comprenden la vida como un espacio de tiempo para sumergirse en el gran misterio de la trascendencia espiritual y mejoramiento a nivel personal, social y transpersonal. Esta comunidad que mejora el mundo, al menos el mío, es una de las creaciones de Claudio Naranjo.
En este nuevo encuentro, la Meditación y la Música Clásica fueron protagonistas, tanto en la quietud como también a través del movimiento del cuerpo y del alma. Betina Waissman estuvo a cargo del Movimiento Auténtico, mientras que Alejandro Torrealba nos ayudó a oxigenarnos a través de un trabajo corporal para el cultivo de la energía vital. Una combinación divina.
Sin embargo, para mí lo más importante de este encuentro con Claudio y todo el ambiente SAT, fue conocer una pizca de la Obra de Tótila Albert, el gran maestro de Claudio, de quien habla con un cariño, admiración y agradecimiento tan profundos que no puede más que bendecirnos a todos, haciendo que su espíritu viva otra vez. Claudio fue el único seguidor de Tótila, y hoy nadie lo puede conocer más que a través suyo.
Durante cinco días, Claudio nos condujo hacia el conocimiento de la vida y obra de compositores como Mozart, Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms, entre otros, y también nos regaló la poesía musical que Tótila Albert realizó de ciertas piezas cumbres, poesía que deja ver un gran conocimiento de las leyes ocultas del Ser. La espiritualidad de las composiciones musicales de dichos autores, se puso de manifiesto a través de la poesía de Tótila y el modo en que Claudio la expuso. Toda esa poesía musical mostró un gran conocimiento sobre las leyes ocultas de la Creación que Tótila podía percibir y describir, iluminando el universo del alma, el arte y la sanación.
Así como estos compositores crearon en Tótila una luz en su Ser, un canal para que pueda plasmar una sabiduría profunda del Ser Humano y el Universo a través de su poesía, esa Conciencia fue transmitida a Claudio y ahora, de una u otra manera, a quienes allí estuvimos. Esa energía sagrada que Tótila supo manifestar, estimuló a nuestro maestro, encendiendo su atención y su energía para intentar conocer un poco más el misterio de la Creación y, de esta manera, comprender mejor quiénes somos, para luego continuar ese hilo mágico a través de las enseñanzas que ahora recibimos.
Durante estos días en Alemania, pude observar el legado de las almas a través de los tiempos. En este sentido, creo que cada hombre y cada mujer que asume la bendición de conocerse a sí mismo y al mundo que lo rodea, y también asume con compromiso su don creador, hace de su vida algo que trasciende la materia del cuerpo. Descubrir la misión de vida es entrar en contacto con el creador que somos, y realizarla es bendición para todos.
“Mi cuerpo no es eterno” dijo Claudio el primer día del encuentro. Y eso resonó en mí todo el tiempo, hasta que comprendí lo que esas palabras no dicen : que el alma puede ser eterna.
Más allá de eso, el reconocimiento que ahora Claudio decidió hacerle a su maestro, benefactor y amigo, ante todos nosotros, fue para mí la enseñanza más grande de esta experiencia. Aprendí en esta ocasión la importancia real y concreta de lo que un ser humano puede sembrar en otro ser humano. Entendí que Tótila, más allá de toda enseñanza y poesía, alimentó en Claudio la chispa hacia el conocimiento del Ser, y las ganas de ir hacia el misterio de la Creación para poder darse nacimiento a sí mismo, a su propia manera, y luego, poco a poco y paso a paso, construir su propia obra para legar al mundo.
“Ahora tú eres Tótila” le dijo Tótila a su joven amigo antes de morir. La bendición de Claudio no ha sido solamente que su maestro lo nombrara como heredero de su conocimiento, sino que su bendición ha sido, y sigue siendo, el resultado de haber dado luz, y con mucha fuerza, a ese hilo mágico que Tótila le legó para expandir la Conciencia en el mundo.
Comprendí que Claudio recibió a Tótila, es decir, tomó su luz para darle nueva llama, y decidió andar un camino del cual su maestro sintiera no solo paz sino también admiración. Comprendí que la paz de Tótila es la paz de Claudio, y que claramente Tótila vive en Claudio.
Así, el hilo mágico sigue vivo. Y esa chispa divina que Claudio heredó estimula en mí, y creo que en muchos de mis compañeros, nuevos aspectos para crecer y crear.
Aprendí también de Claudio sobre la bendición que genera el agradecimiento. Tal vez sin intención de hacerlo, Claudio iluminó el alma de Tótila de manera que ahora viva de nueva manera.
Mediante poesía, música, espiritualidad y la motivación por el desarrollo del Ser, este encuentro con Claudio Naranjo iluminó ese hilo mágico a través del cual trascienden las almas y el conocimiento, y así la obra de Tótila Albert cobra nuevas dimensiones. Tótila quiso inseminar al mundo con una nueva visión y una nueva Conciencia. Tal vez no lo pudo hacer en vida, pero claramente supo sembrar una semilla. Dejó un legado, un heredero de su conocimiento, un alumno que hasta tal vez superó al maestro. De todas maneras, su obra continúa con Claudio Naranjo y, a su vez, con esta gran creación que es el Mundo Sat.
Gracias a Claudio por lo compartido. Gracias también a su equipo. Gracias por este grupo de personas que se respetan mutuamente, que danzan la vida y estimulan la aceptación y cooperación para que cada uno desarrolle lo mejor de sí y lo despliegue en el mundo. Gracias por este espacio de convivencia amorosa, que trasciende fronteras e idiomas, y por la posibilidad de sentir la luz que nos une verdaderamente a todos.
Carolina Goldsman
26 de Septiembre 2016
PD: Luego de finalizado el encuentro, llego a Amsterdam, dónde me esperan mis amigos Jack y Astrid en su casa ubicada en las calles Schubert, entre calles Brahms y Beethoven. Sincronicidad.
Etiqueta:Claudio Naranjo, espiritualidad
5 Comentarios
Que emocionante encontrarme con tus palabras Carolina!.
Tu descripción de lo vivido en Horn Bad Meinberg me devuelve a esos momentos mágicos, maravillosos y esperanzadores.
Sembrar semillas en las almas, que hagan trascender en el tiempo las ideas y sentires que nos están legando estos increíbles seres humanos que son Tótila y Claudio, inspiran un transitar la vida con un sentido que no quiero dejar escapar.
Gracias y un abrazo!!
Gracias Claudia, un abrazo!!
Carolina, muchas gracias por haber descrito tan bien la experiencia de haber estado esos días maravillosos en Alemania, yo también estuve allí y no puedo más que compartir tu modo de ver y experienciar aquello.
Un abrazo
C. Pratter- Sanhueza
PD: yo te tomé la foto con el maestro el último día
Hola Cristina, que lindas tus palabras, y MUCHAS GRACIAS POR LA FOTO!
Un abrazo fuerte, espero volver a encontrarnos pronto 🙂
Hermosa nota: muy clara, amorosa y agradecida.