Temporada Virgo: el Ego al servicio del Ser

El Sol en Virgo genera que nuestro Ser se centralice en algo más que el Yo, y la oportunidad de este ciclo es que la Conciencia se disponga a trascender el Ego en pos de identificarse con algo más grande: el organismo que somos, el sistema, el Todo dentro del cual el Ego cumple su función (ni más ni menos).

Desde Leo hacia Virgo

Luego de haber transitado por la energía de Fuego leonino, que nos iluminó la conciencia del poder de la creación del Yo, ahora el Sol hace su entrada en el signo de Virgo, y el centro del Ser se ubica en la energía de Tierra mutable desde el 23 de agosto hasta el 22 de setiembre, cuya característica principal es la conciencia del sistema del cual somos parte.

Durante el el ciclo de Leo que estamos terminando, el amor propio fue protagonista, y junto a ello el brillo personal a través de los dones y talentos creativos. Ahora, ese camino transitado, la experiencia de crecimiento de la propia individualidad a través de ese re-encuentro con nuestro brillo personal, debe trascenderse para ponerse al servicio de un orden mayor.

En Virgo, el centro de nuestra galaxia nos envía una cualidad energética muy diferente a la leonina, y la invitación es a abrir una puerta para trascender el Yo en pos del Todo que somos. Mientras que en Leo, la atención se enfocaba en el poder de la individualidad, en Virgo la atención se concentra en la funcionalidad de la estructura que contiene a ese Yo, es decir, nuestra estructura organísmica.

Virgo es un signo que corresponde al elemento Tierra, y representa la materia, la forma, el límite, la solidez y el sentido de la realidad presente del mundo materialmente perceptible. Por eso, su energía nos conecta con la percepción de un sistema, un orden que va más allá del Yo. Entonces, la conciencia evolutiva nace del análisis en pos de la optimización y mejoramiento del sistema, como así también del aprendizaje que se da a partir del contacto inmediato con el nivel material de la experiencia. Virgo es la forma y el límite, el dar y recibir. Es energía naturalmente servicial y funcional al Todo.

Somos un Sistema

Somos Espíritu · Cuerpo · Mente · Alma experimentando el milagro de la Vida. Como te dije, Virgo es energía de sistema, y nosotros somos un sistema (individual, social y transpersonal).

En este sentido, este ciclo tiene como eje el encontrar un balance entre lo espiritual, lo divino, con el cuerpo y la materia que somos. 

Al ser energía de Tierra, el tránsito del Sol por el signo de Virgo hace que nuestra Conciencia se focalize en el organismo que somos. El cuerpo y la salud son protagonistas, como así también el trabajo diario, los deberes y las responsabilidades sociales, las rutinas, el orden, la ayuda, el servicio y la purificación. Todas estas son temáticas centrales que caracterizan a la energía virginiana.

Durante el tránsito del Sol en Virgo vamos a poder analizar funcionalmente, reflexionar de modo práctico, trabajar desde la Conciencia para desidentificarnos de nuestro Ego (nuestra personalidad, máscara, aquello que nos decimos que somos), y hacer contacto con nuestra esencia: esa totalidad que somos. Es momento de soltar el Ego para centrarnos en el Todo, y así poder ver, tomar conciencia, darnos cuenta sobre el lugar que ocupa nuestro Ego dentro del sistema. ¿Lo ves? 

Este ciclo nos invita a trabajar para la integración de nuestro Yo / Ego con nuestra Esencia / Ser. Si podemos desidentificarnos del Ego e identificarnos con el Ser que somos, compuesto de 4 planos Espíritu · Cuerpo · Mente · Alma  fusionados por la chispa divina de la Vida, vamos a crear conscientemente la posibilidad de pulir nuestra personalidad (el Yo) para que cumpla la mejor función en pos del Todo, es decir, que el Ego se ponga al servicio del Ser. 

Oportunidades de este Tránsito

Durante el ciclo del Sol en Virgo, tenemos la oportunidad de crear claridad y discernimiento para comprender lo que queremos día a día en nuestra vida, y lo que no queremos. Lo que encaja hoy y lo que no. Por eso, es que la energía virginiana se caracteriza por la depuración, la limpieza y el reciclaje. 

Enfócate en esta dirección y anímate a reflexionar y a hacer una autocrítica productiva, que permita crear consciencia de lo que necesita ser purificado en tu vida para dirigirte hacia adelante de mejor manera. Recuerda de enfocar en el cuerpo y en la integración del Ego en servicio del Ser, tanto a nivel individual como también en relación a los vínculos que nos unen con los otros y con nuestro Planeta Tierra.

Como te dije, somos un sistema individual (organismo), social (vínculos) y transpersonal (universo). Y este ciclo nos abre posibilidades de generar acciones concretas y prácticas en relación al mejoramiento del sistema que somos, el cuerpo, los hábitos, la salud, las rutinas, la funcionalidad óptima de cada sistema presente del cual somos parte, los vínculos y el servicio en pos del Todo.

Entonces, es momento para optimizar nuestra energía vital, el Chi, Prana, centrándonos en el cuerpo para expandir el Ser. Es tiempo de accionar en pos del mejoramiento del organismo, depurar el cuerpo y otros órdenes de la vida cotidiana, purificar lo que precises para alivianar, así como también trabajar para mejorar los sistemas que conformas (familia, pareja, trabajo, etc.), incluido el Planeta Tierra. 

Es una etapa para ejercitar, limpiar y perfeccionar todos tus sistemas, y disponerlos al servicio del Ser. Concéntrate en el mejoramiento de tu organismo, en la depuración del cuerpo, en la alimentación y en el cultivo de nuevos hábitos que mejoren tu energía vital. Enfócate también en el orden de tu día a día, tus papeles, placards, organización cotidiana, como así también respecto a tus vínculos.

Es tiempo de perfeccionar los sistemas. La Conciencia se expande desde la Tierra.