EL ELEMENTO FUEGO | Simbología, Alquimia y Astrología
Los Cuatro Elementos siempre son la base fundamental de todo orden material. No sólo la Astrología se basa en ellos, sino la Simbología en sí misma. Así, el Fuego, la Tierra, el Aire y el Agua marcan el orden fundamental del mandala astrológico, estableciendo las energías primarias de los signos del Zodíaco.
La Astrología es un lenguaje de la energía cósmica, del ambiente del cual somos parte. La lectura del Cielo, de los planetas, las estrellas, los astros, y todo el movimiento que llega desde el Universo hacia nuestro Planeta Tierra, nos ayuda a conocer de qué manera estos factores influyen y modelan la energía de nuestra alma.
Sabemos que la unidad del Ser Humano y el Universo, y la totalidad y coherencia de la vida, se basa en la correlación energética del Microcosmos – Macrocosmos: el Universo entero es un sistema total, y dentro de la gran totalidad hay totalidades menores, como el Ser Humano. Bajo esta mirada, estudiando los ciclos y pautas de la totalidad mayor -del Universo-, podemos aprender acerca de los ciclos y pautas del Hombre mismo. Es decir, estudiando la energía del Universo descubrimos la energía del Ser Humano.
En este sentido, aprender Astrología nos permite conocer y describir la experiencia y unicidad del Ser Humano: porque somos hijos del Cielo y de la Tierra, y el Universo se manifiesta adentro nuestro; somos energía que fluye y se exterioriza a través de nuestra conciencia y de nuestra personalidad.
Los Cuatro Elementos en Astrología
El Fuego, la Tierra, el Aire y el Agua son los cuatro elementos de la naturaleza, y componen todas las estructuras materiales y tonalidades orgánicas que hay entre el Cielo y la Tierra.
Nosotros, como seres vivos, estamos también compuestos por estos cuatro elementos y conocer cómo se manifiestan en nuestra experiencia de vida es el punto de partida para conocer nuestra energía de base.
El conocido psicólogo suizo y antiguo discípulo de Freud, Carl Gustav Jung (1875-1961), fundador de la Psicología Analítica, ha reconocido a la Astrología como un saber íntimamente ligado a la psique humana, afirmando que “la Astrología representa la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad”.
Una de las bases fundamentales para la psicología jungiana es la categorización de las personas en cuatro tipos psicológicos. De acuerdo a su teoría, la Conciencia conoce cuatro modos principales de percepción, los cuales se expresan de manera diferente en cada individuo. Son las Cuatro Funciones de la Conciencia: la Intuición, la Sensación, el Pensamiento y el Sentimiento.
Por supuesto que las cuatro no son igualmente fuertes en cada individuo. Una función domina, mientras que las otras tienden a estar “subdesarrolladas”. Para poder volverse una totalidad, debemos desarrollar las cuatro funciones de conciencia, un trabajo profundo y consciente en pos del desarrollo de la personalidad.
El Fuego se manifiesta a través de la Intuición
La Tierra a través de la Sensación
El Aire a través del Pensamiento
El Agua a través de los Sentimientos
A su vez, este orden cuaternario corresponde a los tres estados de la materia más el agente que facilita la transmutación.
Tierra ➤ Sólido
Agua ➤ Líquido
Aire ➤ Gaseoso
Fuego ➤ Temperatura que permite la transformación de la materia.
Desde los filósofos presocráticos, este orden cuaternario expresa la gran Ley del 4, por la cual podemos comprender la existencia material como manifestación del nivel espiritual.
Todo orden deriva de ello. Toda comprensión profunda de la existencia también.
Paracelso se basó en ello para la Medicina, así como Carl Jung trabajó en base a ellos para elaborar su Psicología Profunda, integrando la Simbología y Espiritualidad, y estableciendo a partir de ellos las “Cuatro Funciones de Conciencia” y sus “Tipos Psicológicos”.
El Fuego como Elemento Alquímico
El Fuego es el agente transformador y por eso es el elemento alquímico por excelencia.
Sus cualidades : purificación, inicio, poder, explosividad, intensidad, acción, instinto, inspiración, luz y calor.
Símbolo del poder de voluntad, la autoafirmación, calidez, vitalidad, pasión y acción transformadora.
El Fuego es un elemento de combustión, es luz y calor y permite percepción y movimiento. Su fuerza alquímica produce la transformación que permite trascender lo viejo y obsoleto, movernos hacia nuevos estados que nos permiten dejar atrás las inercias que nos atrapan en patrones de comportamiento inconscientes.
Su enorme poder de sanación reside en la capacidad de transmutación y activación de la fuerza creadora lo nuevo.
La Intuición es la función de conciencia asociada al Fuego.
Por todo ello, templos, iglesias, lugares sagrados siempre tienen el Fuego como elemento presente (las velas), porque el Fuego sacraliza cualquier espacio con su luz, calor y energía.
Imprescindible en cualquier tipo de ritual, el Fuego evoca la presencia divina, el triunfo y la vitalidad del Sol, así como el contacto con el corazón.
En Astrología, el mandala del Zodíaco se estructura en base a los cuatro elementos, y el Fuego, es el primero en orden.
Los Signos de Fuego son Aries, Leo y Sagitario.
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