ARQUETIPO LEO | Astrología, Psicología y Conciencia
El Arquetipo Leo es un nivel de Conciencia que enciende la percepción del Yo Individual, los dones, talentos y creaciones que nos distinguen de todos los demás seres. Leo enciende la luz interior, el contacto con el propio corazón y la propia forma de ser humano.
Leo es un signo que corresponde al Elemento Fuego y es regido por el Astro Rey, el Sol, cuya esencia arquetípica encarna en el animal León.
Dentro del Zodiaco, Leo es el signo de Fuego que nos conduce al contacto con el Yo, la identidad creadora, la Conciencia Individual y el Proceso de Individuación.
El Sol es el centro del Universo, la fuente de la vida y la Creación. Así, el arquetipo Leo nos invita a prestar atención a nuestro centro individual, tanto a nivel físico, psíquico y espiritual : el Corazón, el Yo y el Ser.
Psicológicamente, Leo es el arquetipo del Ego, el carácter y la personalidad, que cuando se hace consciente -es decir, cuando vemos nuestra máscara, la sombra del Yo pequeño- nos permite madurar y descubrir que existe el Yo superior, el Ser, el centro del Si Mismo, la Conciencia del Self.
Simbología del Arquetipo Leo
Elemento Fuego ↠ Intuición ↠ Acción ↠ Creación.
Modalidad Fija ↠ Seguridad ↠ Concentración ↠ Autoexpresión
Nivel Vincular ↠ Liderazgo ↠ Búsqueda de Admiración y Reconocimiento ↠ Carisma ↠ Vitalidad
Regido por el Sol ↠ Astro Rey ↠ Brillo ↠ Amor al Yo ↠ Conciencia Individual
Psicología del Arquetipo Leo | El Proceso de Individuación
El Sol es el centro del Universo y Leo simboliza la energía de nuestro centro humano, el Yo, la identidad, la personalidad, el Ego, el carácter. Leo representa el centro de la Psique.
Somos hijos del Sol. Somos una chispa divina encarnada en la Tierra, una gota de Sol iluminando la Gran Creación de nuestro Planeta. La expresión del propio brillo es una necesidad para la autorrealización del Ser Humano, y también para el Planeta Tierra. Todos necesitamos CREAR para sentir que vale la pena existir. Y en ese sentido, es el contacto con la vocación, los dones y talentos, todo aquello que nos gusta e ilumina la vitalidad del corazón, lo que nos permite hacer contacto con la propia forma de crear, de sentir, de ser.
Podemos individuarnos a través del contacto con la vocación, porque a través de ello podemos darnos cuenta de que “nadie es igual a mí”, de que “yo soy yo”.
Más allá de las obligaciones mundanas, siempre nuestra misión es iluminar, crear, amar. Y para eso, primero es necesario hacer real contacto con la propia luz interior, nuestra fuente de energía vital, nuestro centro, el corazón, y todo ese caudal que nos anima a existir aquí en la Tierra.
Leo como nivel de Conciencia nos enseña a encarnar la espiritualidad a través del proceso de crear(nos).
El Proceso de Individuación es el viaje interior que nos permite descubrir los tesoros que tenemos para compartir con el mundo. Carl Gustav Jung, que nació bajo el Sol en Leo, el 26 de Julio de 1875, desarrolló el Principio de Individuación como el proceso fundamental en que la psique individual puede recuperar su integración con el más allá, el misterio y lo transpersonal. A través de la iluminación de las sombras, se permite un proceso alquímico que prepara al ser humano para trascenderse a si mismo.
Dicho de otra manera, se trata de aprender a distinguir primero, e integrar después, el Yo Pequeño (el Ego) y el Yo Superior (el Ser), para así dar nueva luz a esa chispa divina que brilla desde el centro de nuestro corazón, y se proyecta al mundo a través de nuestras creaciones.
En esta Temporada Leo, la oportunidad es observar el Ser Creador que somos y asentar las bases de nuestra nueva vida. Porque siempre tenemos la oportunidad de renacer, de estimular el corazón y permitirnos vivir la Verdad.
Expandir la Conciencia de quiénes somos es un resultado que se da a partir de la práctica, a través de hechos, actos, no palabras ni análisis, ni teorías, sino pura praxis. La vida no es teoría, sino experiencia.
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