Los Eclipses y los Nodos del Karma
Un Eclipse es el fenómeno que ocurre cuando un astro queda oculto de manera transitoria por la interposición de otro cuerpo celeste, de manera que el primero es cubierto parcial o totalmente por cierto período de tiempo.
Los Eclipses solares y lunares siempre se dan cuando el Sol, la Luna y la Tierra están alineados formando una línea recta (Luna Nueva o Luna Llena); y cuando esta alineación se produce cerca de los Nodos de la Luna, un punto matemático determinado por la intersección del plano orbital de la Luna con la eclíptica.
Eclipses Solares y Eclipses Lunares
Hay Eclipses solares y Eclipses lunares, parciales y totales. El Eclipse Solar se da cuando el Sol y la Luna están ambos en el mismo signo (fase de Luna Nueva) junto a los Nodos de la Luna. Y los Eclipses de Luna cuando ambas luminarias están en signos opuestos (fase de Luna Llena).
Astrológicamente, los Eclipses actúan de forma diferente para cada persona, y afectan particularmente escenarios de la vida según los signos y las casas, es decir, en dónde se sitúe el Eclipse en la propia Carta Natal. Observar en qué escenario de vida se da el Eclipse, nos trae una nueva información a cerca de la puerta que dicho evento abre en la Conciencia.
Mientras que el Eclipse Solar promueve una expansión, una toma de conciencia perceptible, un nuevo “darse cuenta”; el Eclipse Lunar se manifiesta de forma sutil a nivel emocional, a nivel inconsciente, y promueve cambios sentimentales que se manifestarán conscientemente en el siguiente Eclipse Solar.
¿Qué son los Nodos de la Luna?
Una Carta Natal es una fotografía del Cosmos en el momento de nacimiento de una persona. Representa nuestra esencia natural, patrón o código energético, el ADN cósmico. Además del análisis profundo de los signos, planetas, casas, aspectos, ciclos, etc., en la Carta Natal estudiamos también la posición de los Nodos de la Luna, un punto matemático donde la órbita de la Luna alrededor de la Tierra intersecta con la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Bien. La Luna ya de por sí es la manifestación personal del alma y del subconsciente. Astrológicamente, los Nodos de la Luna representan la energía de la reencarnación. Energía vivida en el pasado (Nodo Sur), y energía a integrar en esta vida para llevar a la siguiente (Nodo Norte). Es decir, los Nodos nos revelan el camino que el alma debe trazar en esta vida actual para la evolución.
Como el título lo dice, se llaman también los Nodos del Karma.
El Nodo Sur nos habla del lugar dónde venimos y el karma que traemos con nosotros. Nos muestra lo aprendido en vidas anteriores, y a lo que nos sentimos atraídos, lo que generalmente repetimos como patrón subconsciente una y otra vez.
El Nodo Norte nos indica cuál es la misión en la vida actual, lo que hemos venido a hacer ahora, y en lo que debemos convertirnos. Representa lo que debemos trabajar en esta vida, para integrar a nuestra energía de base y cumplir la misión para la cual existimos aquí y ahora. Nuestro Dharma.
¿Qué es el Karma?
El Dharma y el Karma son conceptos de la Ley de Causa y Efecto, una de las leyes universales más importantes de la vida.
Esta ley nos dice que “Toda Causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”. No hay efecto sin causa, al igual que no hay estímulo sin respuesta. La magnitud de un efecto es equivalente a la importancia de la causa que lo generó. Este principio actúa sobre todos los planos de la energía: cuerpo, mente, emoción y espíritu.
A través de esta Ley podemos comprender la relación que existe entre los sucesos que nos ocurren y las acciones del pasado, ya sean de esta vida o de una anterior. Al comprender este principio universal, entendemos que todo lo que sucede en nuestras vidas, favorable o desfavorable, tiene que ver con causas que nosotros mismos hemos puesto en movimiento en algún momento, de forma consciente o inconsciente. Somos nosotros mismos los productores de nuestra propia vida.
Entonces, se trabaja haciéndonos conscientes de las elecciones que hacemos a cada momento y haciéndonos responsables de esas elecciones. El karma es “acción y reacción”, cuando se toma una decisión, la manera en la que afecta el entorno repercutirá más adelante.
Los Eclipses, el Karma y el Dharma.
Entonces, cada Eclipse tiene un significado karmático. Por eso, es importante que tomemos conciencia de que cada Eclipse es un evento que abre portales para alinear nuestra Conciencia en pos del desarrollo y evolución para lo cual estamos viviendo. Porque los Nodos de la Luna mueven nuestro Karma y Dharma y según la energía particular de cada Eclipse podremos trabajar desde la Conciencia para liberar energía karmática e impulsar nuestra energía del Dharma.
Es importante e interesante que puedas abrir tu Carta Natal, si la conoces, y ubiques a cada Eclipse allí mismo.
La posición de los Nodos hoy se ubica en el eje Piscis – Virgo. El Nodo Sur está en Piscis y el Nodo Norte en Virgo muy cerca de Júpiter. Esta energía requiere que aprendamos a través del cuidado personal, la humildad y la exigencia, la practicidad y el cultivo de conciencia de realidad, para dar verdaderamente lo mejor de nosotros mismos en el plano material, es decir, organizar del modo más eficiente y prolijo nuestro sistema, nuestro mundo manifiesto. Nuestro norte ahora se dirige hacia el sacrificio del Yo, los deseos individuales y egoicos, en pos del mejoramiento del sistema del cual formamos parte. La confianza personal se transifiere, justamente, al ambiente, sistema, mundo que nos contiene, y el progreso se basa en el cuidado de ese Todo.
El Nodo Norte en Virgo se ubica ahora muy cerca de Júpiter en Virgo, alimentando la conciencia de la simpleza y la salud del sistema que nos contiene, así como también de la humildad que surge a partir de observar las necesidades del Todo antes que el Yo. El Nodo Norte en Virgo nos pide que aprendamos algo para liberar el aspecto material de nuestro Ser y darle nueva dirección. En este sentido, es vital aprender a poner el propio Ego al servicio del Ser, es decir, dejar de lado preceptos y creencias de las necesidades físicas de siempre (recursos, dinero, estructuras, hábitos alimentarios, etc.) para comenzar a escuchar lo que el Ser verdaderamente necesita del plano material. El camino evolutivo requiere aprender a alimentar nuestro plano físico en consonancia con las necesidades sutiles del alma.
Con el Nodo Sur en Piscis, el camino hacia la liberación de lo material requiere que podamos nutrir las necesidades reales del alma plantando los pies firmemente sobre la tierra. Es importante aprender a cuidar nuestra materia y ser capaces de escuchar las necesidades del cuerpo, para así dar lugar a la alimentación psíquica. En este sentido, el desarrollo del Todo implica generar nutrición del alma a través del cuerpo y promover la retroalimentación de nuestros aspectos físicos y sutiles, que nos conducen a la verdadera sanación y trascendencia.
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